El veganismo y el planeta
La ganadería ocasiona cerca de 40 % más de emisiones de gases de efecto invernadero que todos los coches, camiones, aviones y barcos del mundo juntos. Esto significa que la producción de carne y leche constituye el principal causante del calentamiento global y por tanto de la catástrofe climática, a través de la emisión de gases invernadero como el metano y el CO2. Según un estudio del prestigioso WorldWatch Institute el consumo de carne, leche y huevos es responsable de al menos el 51 % de las emisones de gases invernadero ocasionadas por el ser humano.
Los mares del mundo están siendo arrasados por la pesca y muchas especies marinas se encuentran al borde de la extinción. La mayor parte de los peces están altamente contaminados con sustancias tóxicas que se vierten al mar.
La ganadería es uno de los mayores consumidores de agua. Para producir 1 kg de carne se necesitan 20.000 litros de agua. Con esta cantidad de agua podríamos cultivar de manera más eficiente las proteínas de origen vegetal y con menor área de terreno de la que requiere la ganadería.
Las selvas tropicales son muy importantes para regular el clima mundial, pero tan sólo en Sudamérica se ha sacrificado en los últimos 40 años un 40 % de selva la tropical para la ganadería en forma de superficie de pasto o para cultivar alimentos para animales.
La industria ganadera consume demasiada agua y recursos, contribuye a la deforestación y erosiona la capa superficial y fértil de la tierra ,que es el componente básico de los ecosistemas sanos. Es decir, es una amenaza para la biodiversidad y para la salud de los entornos. Esto es lo mismo que decir que es una amenaza para la salud de la humanidad. Por tanto, optar por una dieta vegana es un compromiso con el futuro del planeta y de la humanidad.